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Hoy en la web de la NASA, Earth Observatory doy con unas impresionantes imágenes del estado brasileño de Rodonia, donde nos muestran una secuencia de que como ha evolucionado la deforestación en esa zona en los últimos 8 años.
Hoy en la web de la NASA, Earth Observatory doy con unas impresionantes imágenes del estado brasileño de Rodonia, donde nos muestran una secuencia de que como ha evolucionado la deforestación en esa zona en los últimos 8 años.
A principios de los años 70 el estado de Rodonia contaba con unos 208.000 kilómetros cuadrados de bosque. En 2003 se estimaba que cerca de 70.000 kilómetros cuadrados habían sido deforestado. El patrón suele ser siempre muy parecido. Se van creando senderos que van penetrando en la selva, al lado de estos senderos se empieza a cortar el bosque y a despejar zonas a las que migran pequeños agricultores que empiezan a asentarse en los terrenos alrededor de estas carreteras y empiezan cultivar las tierra. Con los años, las fuertes lluvias de la región provocan la erosión y el empobrecimiento de la tierra. Los pequeños granjeros venden sus tierras a grandes terratenientes que las destinan a ganado y como necesitan mayores extensiones para desarrollar esta actividad se dedican a deforestar una área mayor.
El problema sigue allí, teniendo en cuenta que los países más desarrollado, ya se cargaron toda su biodiversidad para sostener su proceso de industrialización, obviamente a día de hoy los grandes bosques y selvas se encuentran en países en vía de desarrollo. Cuando leemos noticias como las de este post, lo fácil desde Occidente es ponerse las manos en la cabeza, pero debemos dejar de ser hipocritas y pensar que lo que están haciendo ahora en Brasil es lo que nosotros hicimos en nuestros paises hace un par de siglos atrás, así que los juicios morales por nuestra parte me parece que sobran.
Dicho esto, si que sería interesante poder preservar estos últimos reductos de riqueza natural, pero para ello todos deberíamos arrimar el hombro y especialmente los países desarrollados. Si consideramos que conservar estos lugares tiene un valor incalculable, quizá seria el momento de empezar a pagar una especie de tasa para incentivar su conservación. Es decir la única forma realmente eficaz para que los habitantes de estas zonas conserven la selva o el bosque tropical es que ganen más dinero conservando estos bosques que talándolos.
Prestad especial atención a la escala del mapa, a ojo de buen cubero la parte horizontal debe representar unos 600 kms de longitud, más o menos la distancia entre Madrid y Barcelona.
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