sábado, 28 de febrero de 2009

EL DESEMPLEO


El sociólogo francés Henri Mendras acuñó el término “contrasociedad”, para refererirse a todos aquellos integrantes de una sociedad que no pueden seguir la velocidad de movimiento que ésta impone. La crisis del empleo es, desde hace ya tiempo, una de las expresiones más notorias de contrasociedad dentro del marco de la globalización. Hasta fecha reciente dicha crisis se respondía básicamente a dos grandes fenómenos: las megafusiones y la reestructuración continua.

Por vía de la primera, las corporaciones que comparten renglones productivos similares tienden a fusionarse, dando lugar a una economía de rasgos cada vez más oligopólicos. Ya en 1995 John Cavanagh y Frederic Clairmont, del Instituto de Estudios Políticos de Washington D.C., señalaban que en gran cantidad de sectores productivos las cinco mayores corporaciones controlaban más de la mitad de los correspondientes mercados.i Dicho proceso ha venido aumentando a pasos agigantados desde entonces. Nada más en 2006 se produjeron diez millones de fusiones que involucraron 1.3 millones de millones de dólares.ii

Por vía de la segunda de las tendencias, se busca generar un proceso de “creación destructiva” que incremente las posibilidades competitivas de la empresa. Dentro del contexto de la reestructuración continua encontramos todo un léxico que ha pasado a hacerse ya de uso universal: “downsizing” (o disminución de mano de obra), “outsourcing”(o exportación de puestos de trabajo), empleo temporal (o pérdida de estabilidad y beneficios laborales), etc.

En definitiva, por vía de las megafusiones y de las reestructuraciones se converge en un mismo fenómeno: la crisis global del empleo. Un sólo ejemplo puede explicarnos el significado de lo primero. La fusión de Exxon y Mobil en 1998 se tradujo en una fuerza laboral combinada de 80 mil empleados para la nueva compañía, en contraposición a las 130 mil personas que representaba la sumatoria de lo que ambas empleaban antes de unirse. En otras palabras, 50 mil empleos se perdieron.iii

Con respecto a las reestructuraciones bien vale la pena leer lo que señalaba Benjamin Barber: “La eficiencia empresarial requiere del downsizing, lo que significa producción de capital intensivo y producción de capital intensivo significa políticas de reducción de empleos. Traducido a idioma corriente eso quiere decir despedir tantos empleados permanentes como sea posible y eliminar sus costosos paquetes de jubilación. En su lugar aparecen las máquinas, los robot industriales y la multiplicación de los llamados empleos ‘temporales’, los cuales no son otra cosa que trabajos de largo plazo, sin contratos de largo plazo o beneficios de seguridad social”.iv

En relación a la situación de Estados Unidos, Guy Sorman refería en 2004 lo siguiente: “Cada año, en este momento mismo, 28 millones de empleos son suprimidos en empresas destruidas”.v Si bien es cierto que buena parte de los que perdían sus empleos en Estados Unidos terminaban encontrando otro al cabo de varios meses, ello no garantizaba que lo hicieran a un mismo nivel de salario o de estabilidad laboral. La tendencia, como bien señalaba Barber, era hacia empleos temporales y no bien remunerados. En otras palabras, el síndrome Wall-Mart.

En la Unión Europea la situación era aún peor, con un desempleo estructural que aquejaba a veinte millones de personas, tal como lo señaló Tony Blair en un discurso pronunciado ante el Parlamento Europeo en junio del 2005.vi

En definitiva, cada vez resultaban más quienes estaban siendo dejados de lado en medio de esta sociedad implacable de los Goliat. El Estado, por su parte, brillaba por su ausencia cuando más se lo necesitaba. Peor aún, era el propio Estado quien no sólo había retirado su protección al ciudadano sino el que daba carta blanca a los Goliat para actuar a su antojo.

Tal como refería Noreena Hertz: “Por donde quiera que miremos las corporaciones están capturando las responsabilidades de los gobiernos...Los gobiernos, al no reconocer siquiera esta captura, arriesgan la destrucción del contrato implícito que existe entre el gobierno y los ciudadanos y que constituye la esencia de toda sociedad democrática...”.vii

Sin embargo, nada de lo vivido hasta hace algunos meses preparaba para la crisis brutal del empleo que está teniendo lugar, como resultado de una recesión que se expande por doquier. Es ahora cuando la contrasociedad adquiere auténtica dimensión de catástrofe. Las razones de ello son las mismas a las que aludía Noreena Hertz. Es decir, gobiernos que abdicaron a su responsabilidad reguladora y vigilante y colocaron en manos de las grandes empresas un poder que nunca han debido tener. En medio del “laissez faire” imperante, los excesos de las grandes entidades financieras abrieron una caja de Pandora cuyos efectos se sienten hoy en todas las latitudes y en todos los sectores de la economía.

Según el diario Público de 16 de febrero, las grandes trasnacionales han despedido a 880 mil trabajadores desde septiembre pasado. Ello, desde luego, no toma en consideración a las pequeñas y medianas empresas, que están siendo las más golpeadas por la crisis. De acuerdo a Lluís Bassets, todos los meses se pierden 500 mil empleos únicamente en los Estados Unidos viii

Por delante, sin embargo, viene lo peor. En palabras de la Organización Internacional del Trabajo: “Nos enfrentamos a una crisis del empleo de alcance mundial”. Según sus previsiones, en 2009 el aumento del desempleo puede moverse en un radio de entre 30 y 50 millones de personas a nivel mundial y empujar a 200 millones de trabajadores a la pobreza extrema en el mundo en desarrollo ix

¿Cuáles pueden ser las implicaciones políticas de este proceso? En los años treinta, última gran crisis económica global, la contrasociedad internacional condujo a la consolidación de los fascismos, particularmente los europeos. Ojala la historia no se repita.

i Ver Maniere de Voir 28, Le Monde Diplomatique, noviembre 1995.

ii Ver CNN, Business International, 25 de diciembre, 2006.

iii Ver Stephen Glain, “The Next Big Deal”, Newsweek Special Edition, diciembre 2006-febrero 2007.

iv Jihad vs. McWorld, New York, Ballantine Books, 1995, p. 27.

v Made in USA, Paris, Fayard, 2004, p. 259.

vi Ver Giddens, Anthony, Europe in the Global Age, Cambridge, Polity, 2006.

vii The Silent Takeover, London, William Heinemann, 2001, p. 11.

viii El País, 19 de febrero de 2009



martes, 24 de febrero de 2009

LOS BANCOS DE LOS MÁS NECESITADOS





La historia de los bancos de alimentos se remonta a EEUU, cuando John Van Hengel, un jubilado que había participado en una recogida de frutas y legumbres organizada por una institución asistencial, pone en marcha él mismo una recogida de alimentos en supermercados con ayuda de varios voluntarios. A partir de ahí, creará el primer banco de alimentos en Fénix, el St. Mary's Food Bank. Una idea que se fue propagando por todo el país.

En España, el primer banco de alimentos se abre en Barcelona en 1987. En 1996, este tipo de organizaciones existentes en nuestro país se unen formando la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), que a su vez forma parte de la Federación Europea de Bancos de Alimentos (FEBA) con sede en Paris. En la actualidad, cincuenta bancos están integrados en esta red.

Su finalidad es, a través del voluntariado, recuperar excedentes alimenticios de nuestra sociedad y redistribuirlos entre las personas necesitadas. Los alimentos no se entregan directamente a los necesitados sino a instituciones caritativas y de ayuda social. Instituciones, organizaciones y personas particulares colaboran con ellos.

En nuestro país, alrededor de ocho millones de personas, alrededor del 20% de la población, vive con ingresos inferiores al 50% de la renta per cápita nacional, por lo que son considerados como pobres.

Diversión a cambio de comida

Además de su trabajo diario, estas entidades llevan a cabo numerosas campañas para la recogida de comida, y potenciar así el voluntariado y la sensibilización. En la actualidad, existe alguna que otra en marcha.

Por ejemplo, el Banco de Alimentos de Madrid, en colaboración con el Parque de Atracciones de Madrid ofrece horas de diversión a cambio de ayuda solidaria. A todos aquellos niños menores de 7 años, que acudan al Parque con un kilo de comida, se les obsequiará con una pulsera infantil para que disfruten de las atracciones.

Otros, como el Banco de Alimentos de Málaga, va a poner en marcha un sistema de cheques-menú, con los que muchas personas podrán acudir, en momentos difíciles, a bares y restaurantes en los que les van a servir un menú y donde los aceptarán, como pago, contra una cuenta corriente abierta para ello.

Además de los bancos, otras instituciones también llevan a cabo proyectos de este tipo. En Guipúzcoa, el departamento de Desarrollo Sostenible iniciará una experiencia piloto de recogida, transporte, entrega y distribución de alimentos, que tendrá una duración de cuatro meses, en la que van a participar como donantes los hipermercados Eroski de Garbera y Urbil.

¿Qué puedo hacer yo?

Hazte voluntario de un banco de alimentos.

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viernes, 13 de febrero de 2009

¿DE CRISIS ECONÓMICA A CRISIS HUMANA?




En un mensaje a los ministros de Finanzas del G7 -los siete países más industrializados del mundo- que se reunirán mañana en Roma, el Banco Mundial ha advertido de que "la crisis económica global está atrapando a 53 millones de personas en la pobreza". Esta cantidad se sumará a otros 135 millones que se vieron empujadas la pobreza el año pasado.

"Los nuevos cálculos para este año indican que las tasas de crecimiento más bajas atraparán a otros 46 millones de personas, con ingresos de menos de 1,25 dólares diarios, más que lo que se esperaba antes de la crisis", señaló el documento de la institución con sede en Washington.

"Otros 53 millones de personas quedarán atrapadas en ingresos por debajo de dos dólares diarios", añadió. "Y esto se suma a los entre 130 y 135 millones de personas empujadas a la pobreza en 2008 por los aumentos de los precios de alimentos y combustibles".

Crisis humana

"La crisis económica amenaza con transformarse en una crisis humana en muchos países en desarrollo a menos que puedan tomar medidas enfocadas a la protección de las poblaciones más vulnerables", dijo el presidente del BM, Robert Zoellick, quien participará de las conversaciones en Roma.

"Mientras que buena parte del mundo presta atención a las ayudas bancarios y los estímulos económicos, no debemos olvidar que los pobres en los países en desarrollo están muchos más expuestos si colapsan sus economías", añadió antes de afirmar que "ésta es una crisis global que requiere una solución global". "Las necesidades de los pobres en los países en desarrollo deben estar sobre mesa", advirtió Zoellick.

Los países más vulnerables

El documento identificó a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela entre los países cuyas economías están desacelerando. Haití figura en el grupo de países con una "alta exposición" a la pobreza.

"La nueva investigación muestra que las tasas de crecimiento sustancialmente más bajas demorarán de manera significativa el progreso en la reducción de la mortalidad infantil", señaló el BM.

"Tres de cada cuatro de estos países no pueden reunir dentro de sus economías o en el ámbito internacional los fondos para programas que contrarresten los efectos de la crisis", agregó.

El BM concluye que "uno de cada cuatro países expuestos también carece de la capacidad institucional para ampliar el gasto en el amparo a los grupos vulnerables".


jueves, 12 de febrero de 2009

BIENVENIDOS AL CAPITALISMO 3.0

Marco Antonio Moreno

Pese a la magnitud de esta crisis que adquiere ribetes de ser la mayor en 100 años, nadie puede pensar que el capitalismo se batirá en retirada. Si Keynes inventó el capitalismo 2.0 y demostró la eficacia que había en un desarrollo de economía mixta, ahora es posible que nazca un capitalismo 3.0, con una mayor participación de los gobiernos y una globalización que defienda los intereses de los países y sus trabajadores, porque, a fin de cuentas, hay que reconocer que la globalización desregulada y desordenada le está pasando una cuenta pesada a todo el planeta.

Si bien una cosa es que se demuestre el engaño de mucha teoría económica que quiso ser absolutista y fanática del libre mercado y el laissez-faire; otra es que se considere a toda la teoría económica como falaz. Pensar, como sostuvieron algunos a partir de 1947, que la clave estaba en el crecimiento constante de la cantidad de dinero, es decir, que había que mantener imperturbable la impresión de billetes con el rostro de George Washington para estabilizar la economía, es de un reduccionismo caprichoso y extremo. Tal como decir que la tarea del capitan del Titanic era mantener el barco a flote, aunque se estuviera yendo a pique.

Lo interesante del caso es que hace exactamente 80 años pasamos por lo mismo. Hasta ese momento, la teoría económica enfatizaba los principios del libre mercado y el laissez-faire. Según estas ideas, los mercados son perfectos y los gobiernos no. Había que dejar libre al mercado y corriendo en su paraíso desregulado para que la economía funcionara y se vieran los frutos del crecimiento, el empleo y la distribución del ingreso. Como ya sabemos, en 1929 se produjo lo que no podía ocurrir según esa teoría. Y la economía se fue a pique por cuatro largos años. Hasta ser salvada por las ideas de Keynes.

Keynes escribió de esta posibilidad en 1919, en su obra Las consecuencias económicas de la paz. Pero la euforia de esos años locos no tomaron en cuenta estas nuevas ideas que comenzaron a aplicarse quince años más tarde. Su propuesta del intervencionismo de Estado para controlar las perturbaciones que podían ocasionar grave daño al empleo y a la economía, permitieron rescatar al capitalismo en los años 40 y dar al mundo cuatro décadas de impulso y desarrollo. Como ha dicho Paul Krugman: “Keynes vino a salvar al capitalismo, no a hundirlo”.

Curiosamente, fue la yihad nacida en 1947 la que hizo más por hundir al capitalismo al pensar que la economía es autorregulable y que los mecanismos estabilizadores están en las herramientas tecnocráticas de la política monetaria: el manejo de la cantidad de dinero y la tasa de interés. Esto es lo que los banqueros centrales vienen haciendo desde agosto de 2007 (18 meses), sin que la economía haya logrado una mínima recuperación.

La enseñanza que deja todo ésto es que los mercados no pueden funcionar por sí solos; que hay que aplicar leyes y mecanismos reguladores parafrenar los abusos y las torpezas llamadas eufemísticamente fallas de mercado. El capitalismo 3.0 deberá pasar la prueba y ofrecer rendimientos aceptables y sustentables en el tiempo, ampliar su rango de perspectiva e incluir la ética entre sus principios.



miércoles, 11 de febrero de 2009

LA PREGUNTA DEL MILLÓN



Sin duda el poder determinar cuanto durará la crisis es la pregunta del millón a la que todo el mundo busca a día de hoy respuesta. Algunos han afirmado que empezaremos a salir de esta en el mes de Marzo, otros esperan que sea en a finales del 2009, y otros creen que tardaremos más en levantar cabeza. No voy a entrar en realizar o juzgar predicciones, me temo que nadie tiene la bola de cristal.

Por si a alguien le puede servir de guía, encuentro en The Big Picture, un interesante gráfico que nos muestra cuanto tiempo tardó en recuperarse el empleo en los EEUU en las últimas crisis que han habido después de la segunda guerra mundial.

Cómo se puede observar, en los EEUU, el punto de inflexión en la destrucción de empleo se suele producir entre el mes 10 y 15, fase en la que nos encontraríamos actualmente. Y por regla general se suele tardar de 20 a 25 meses en recuperar los niveles de empleo anteriores a la crisis.

Dos apuntes, la economía norteamericana no es la Española. En general la mayor flexibilidad del mercado de trabajo norteamericano les permite que el ajuste a nivel de empleo pueda ser más brusco al inicio de la crisis, pero les suele permitir una recuperación más rápida. Y obviamente, no todas las crisis son iguales, así que recuperaciones en crisis pasadas no garantizan que se vaya a mimetizar en el futuro, de hecho el ritmo de recuperación de empleo se ha ido alargando en las últimas tres crisis (1981, 1990, 2001).

Las recesiones más prolongadas han sido las del año 1982 (linea naranja, 28 meses); año 1991 (azul, 32 meses); y año 2001 (café, 47 meses). En las primeras recesiones de posguerra había gran volatilidad en el empleo a raíz de la importancia del desarrollo manufacturero. Dado que hoy la fabricación es un porcentaje mucho menor de la economía estadounidense, los columpios no son tan significativos. Por esta razón en las primeras crisis (1948, 1953, 1958), las masivas pérdidas de empleo se producían al inicio del ciclo. No obstante, un dato a tener en cuenta es la duración que ha devenido tras cada proceso recesivo. Mientras las crisis iniciales tenían una duración de 18 a 20 meses, las ultimas crisis han superado los 28 meses y cada vez la recuperación ha sido más lenta.

La curva de la presente crisis no parece que cambie de pendiente todavía y teniendo en cuenta los plazos transcurridos en las últimas crisis para recuperar el nivel de empleo...

¿Alguién se atreve a hacer una predicción? ¿Nos iremos más allá de los 47 meses?



martes, 10 de febrero de 2009

LOS EMISORES DE CDS PUEDEN QUEBRAR

Alejandro Nieto

Uno de los productos financieros más popular de los últimos años han sido los Credit Default Swap (CDS). Este producto es uno de los causantes de la crisis financiera, ya que no estaba regulado y ha ayudado a infravalorar el riesgo de muchas operaciones financieras. Es, ni más ni menos, que un seguro contra el impago de un crédito o bono.

Por ejemplo, si compras unos bonos de una empresa, asumes el riesgo de que esta empresa quiebre y no te pague. Pero si además compras un CDS, a cambio de una prima te aseguras de recuperar lo invertido. Es decir, transfieres el riesgo al vendedor de los CDS. Además, este producto sirve para medir el temor del mercado respecto a una empresa o Estado. Si losCDS están bajos, es que hay poco riesgo. Si están altos, es que el riesgo es mayor (hay que pagar más prima del seguro).

Y el problema está en que el riesgo de impago es el riesgo de impago, y si ha habido grandes grupos financieros comprando riesgo, ahora que estos riesgos se están materializando, pueden quebrar. Y como el mercado de losCDS no está regulado, no se sabe muy bien cuantos grupos financieros están afectados ni por cuánto dinero.

El primer toque de atención fue con la quiebra de Lehman Brothers. Los emisores de CDS tuvieron que hacer frente a muchos pagos, pero el sistema aguantó. No hubo quiebras en cadena de nuevos grupos financieros, pero podría haber pasado: un grupo no puede hacer frente a sus obligaciones y quiebra; el siguiente grupo, más grande, no tiene que hacer frente sólo a las obligaciones CDS de la deuda de Lehman sino también a los CDS del grupo que ha quebrado por no poder hacer frente a los CDS de Lehman, no puede y quiebra; y así sucesivamente.

Es decir, en estos años se había obviado que el emisor de un CDSpodía quebrar. Ya no hay que protegerse sólo del impago del crédito mediante un seguro, ya que el asegurador también puede quebrar. Y el problema es que como los CDS no están regulados, como las aseguradoras de toda la vida, no tienen que hacer provisiones. No se puede saber si el vendedor de los CDS que tenemos en cartera está sano o no.

El riesgo es el riesgo, y no puede desaparecer por empaquetarlo sucesivas veces.



BALANCE DEL FORO SOCIAL MUNDIAL

Emir Sader

Un balance del Foro Social Mundial (FSM) en Belem no puede ser hecho en función de los alcances del mismo. El foro no nació para ser un fin en sí mismo, sino un instrumento de lucha en la construcción de “otro mundo posible”. En ese sentido, ¿qué balance se puede hacer desde el punto de vista de la construcción de ese “otro mundo”, que no es más que el de superación del neoliberalismo, el del posneoliberalismo?

Dos fotografías son demostrativas de sus dilemas: una, la de los cinco presidentes que estuvieron en él –Evo Morales, Rafael Correa, Hugo Chávez, Fernando Lugo y Luiz Inacio Lula da Silva–, tomados de las manos y con ellas en alto; la otra, la fría y burocrática de los representantes de ONG brasileñas en la entrevista inicial. La primera muestra gobernantes que, con distinta intensidad, ponen en práctica políticas que identificaron, desde su nacimiento, al FSM: la Alba (Alternativa Bolivariana para Nuestra América); el Banco del Sur; prioridades en políticas sociales; reglamentaciones sobre circulación del capital financiero; la Operación Milagro en Brasil; campañas para acabar con el analfabetismo en Venezuela y Bolivia; formación en el continente, por las escuelas latinoamericanas de medicina, de generaciones de pobres como médicos; la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas); el Consejo Sudamericano de Seguridad; el gasoducto continental; Telesur, entre otras. Esa es la cara nueva y victoriosa del foro, avanzando en la construcción posneoliberal en nuestra región.

En la siguiente, las ONG, entidades de naturalezas fuertemente cuestionadas por sus caractísticas ambiguas de “no gubernamentales”; por sus no siempre transparentes financiamientos; sus “ligazones”; por los mecanismos para el ingreso a las mismas y la selección de sus dirigentes –al punto que, en países como Bolivia y Venezuela, entre otros, se alinean mayoritamente contra los gobiernos, junto a la oposición de derecha–. La propia actuación en el espacio que definen como “sociedad civil” sólo aumenta esas ambigüedades. Son entidades que jugaron un papel importante en el inicio del FSM, pero que monopolizaron su dirección, constituyéndose, de forma totalmente antidemocrática, en mayoría del secretariado original, haciendo a un lado a los agrupamientos sociales ampliamente representativos, como los brasileños Central Única de Trabajadores (CUT) y Movimiento de los Sin Tierra (MST), dejándolos en minoría.

A partir del momento en que la lucha antineoliberal pasó de su fase defensiva a la de disputa por la hegemonía y construcción de alternativas de gobierno, el foro se enfrentó al desafío de mantenerse con la dirección de las ONG o, finalmente, incorporar el protagonismo de los movimientos sociales. En esta cita de Belem tuvimos la primera alternativa en los momentos de aquella fría y burocrática entrevista colectiva de las ONG. En contrapartida, vivimos una formidable cara real, con los pueblos indígenas y el Foro Panamazónico; con los movimientos campesinos y Vía Campesina; con los sindicatos y el Mundo del Trabajo, los movimientos feministas y la Marcha Mundial de las Mujeres, los movimientos de negros, los de estudiantes y los de jóvenes, confirmando que ellos son la gran mayoría protagonista del FSM.

El foro transcurrió entre los dos, entre la riqueza, la diversidad y la libertad de sus espacios de debate, y los topes de las ONG, reflejados en la atomización absoluta de los temas, la inexistencia de prioridades sobre tierra, agua, energía, regulación del capital financiero, guerra y paz, el papel del Estado y la democratización de los medios, por ejemplo. La cuestión es que el FSM debió adoptar propuestas alternativas frente a la crisis económica global y ante los epicentros de guerra –Palestina, Irak, Afganistán, Colombia–. ¿Qué propuestas hubo de construcción de un modelo superador del neoliberalismo y alternativo a las políticas y sobre la paz en los conflictos? La respuesta fue un gran silencio.

Hubo varias mesas sobre la crisis, aunque desarticuladas entre sí. Las actividades, “autogestionadas”, significan que se realizan cuando sus convocantes cuentan con recursos –las ONG comúnmente, entre ellas, programan las suyas–, por tanto, los movimientos sociales se ven imposibilitados de hacerlo en la medida que quisieran para proyectarse definitivamente como los protagonistas fundamentales del FSM. Los que creen que la finalidad del foro es el intercambio de experiencias deben estar contentos. Para aquellos que llegaron angustiados en busca de respuestas urgentes a los grandes problemas que el mundo enfrenta, la frustración generada por el sentimiento de que la estructura actual del secretariado está agotada –porque no se quiere superar la intrascendencia– exige cambiar la forma y dejar su dirección a cargo de los movimientos sociales.

Resultó sorprendente la cantidad y diversidad de orígenes de los participantes; notabilísimas las participaciones de los movimentos indígenas y de jóvenes. Destacable, en particular, el momento más importante del FSM con la presencia de los presidentes –cuyas políticas deberían haber sido objeto de exposición y debate entre los movimientos sociales de manera mucho más amplia y profunda–. Fue triste comprobar que todo ese caudal no se oyó, ni siquiera por Internet –otro síntoma del envejecimento de las conducciones burocráticas que tiene el FSM–. Al día siguiente de finalizado el encuentro, se reunió el Consejo Internacional, de manera fría y desconectada de lo que fue efectivamente la reunión, donde cada uno –una desconocida ONG o un importante movimiento social– tenía derecho a intervenir durante dos minutos.

El “otro mundo posible” va bien, gracias. Enfrenta enormes desafíos frente a los efectos de la crisis, gestada en el centro del capitalismo, y ante la cual se defienden bastante mejor quienes participan en los procesos de integración regional que los firmantes de tratados de libre comercio. Se enfrentan aquellos a la hegemonía del capital financiero, la reorganización de la derecha regional, que cuenta en los monopolios de los medios privados con su dirección política e ideológica. Pero se avanza, y así debe entenderse –hablando de América Latina– el caso de El Salvador y el probable triunfo del candidato a la presidencia, favorito en las encuestas, Mauricio Funes, del Frente Farabundo Martí, el 15 de marzo próximo.

No puede decirse lo mismo del FSM, que parece girar en falso, no colocarse a la altura de la construcción de las alternativas con que se enfrentan los gobiernos latinoamericanos y las luchas de otras fuerzas para pasar de la resistencia a la disputa por la hegemonía. Para eso las ONG y sus representantes tienen, definitivamente, que tener un papel menos protagónico en el foro, dejando que los movimientos sociales marquen la tónica: que nunca más existan conferencias como la de Belem; que nunca más las ONG se pronunciem en nombre del foro; que los movimientos sociales –se trata del Foro Social Mundial– asuman la dirección formal y real del mismo, para que la lucha antineoliberal transite por caminos de efectividad tras “otro mundo posible”; de que América Latina es el privilegiado sitio naciente.


domingo, 8 de febrero de 2009

MIGUEL SEBASTIÁN: "No lo dije, pero lo pensé"

Jaime Rubio

Miguel Sebastián, nada menos que el ministro de Industria, ha atemorizado a los gigantes de la banca, plantándose frente a ellos y mugiendo que la paciencia del gobierno se está terminando. Las empresas y las familias deben recibir financiación a cambio del apoyo que están recibiendo estas entidades.

La historia de este hombre sólo puede acabar de dos maneras: o consigue vencer a Botín y a sus secuaces, y que estos suelten la pasta, o morirá víctima de una conspiración para callar la voz del único que se atrevió a hacer frente a quien jamás tiene enemigos (vivos).
En cualquier caso, el resultado será el mismo: una película protagonizada por Kevin Spacey, candidata a siete u ocho Oscar y gran decepción al llevarse sólo dos, ambos técnicos.
Sebastián, ese coloso escondido en un traje de David (en realidad creo que es el típico traje de Massimo Dutti, pero ya se me entiende), me recibe en su despacho, donde está afilando su hacha y reordenando su colección de escopetas recortadas.
Intento tragar saliva, pero tengo la boca seca.
“Sé por lo que vienes, enano —me dice con su voz aguardentosa, sin levantar la mirada de la cuchilla—. Por mi amenaza a los bancos. Pues ya puedes escribir —y así lo hago— que se me sigue acabando la paciencia y el día menos pensado… Voy a coger y… Vamos… Que cuando yo me cabreo… Es que mira… Es que me pongo nervioso sólo de pensarlo… Arg…” 
Algo desconcertado por lo que cuesta escribir todo eso, intento pedirle que concrete un poco más: ¿qué hará si los bancos no abren el grifo del crédito? “Como no abran… Como no… Huy… Estos a malas no me conocen, ¿eh? Que me enfado y… Y les digo cuatro cosas bien dichas, ¿eh? Que estos a malas no me conocen”. 
De hecho, movido por la rabia se muerde el labio inferior justo antes de explicar que una vez, en una cena en la que coincidió con Botín “me salió con que los bancos son los que mandan de verdad y yo le dije, de qué vas, atontao, de qué vas”. ¿En serio le dijo eso a Botín? “No lo dije, pero lo pensé. Lo pensé muy fuerte. Y le miré así: ¬¬ Seguro que notó las malas vibraciones”.
Sebastián insiste en que su problema es que “es muy bruto” y “deja siempre las cosas claras. Yo soy así, voy de cara. Suelto VER-DA-DES. Y me llevo guantazos, sí, pero también reparto unos cuantos. El otro día vi al González, al del BBVA, y le dije, tsch, tú, dónde está mi vajilla. Al cabo de tres semanas y dos burofaxes, tenía la vajilla en casa. Me la compré yo. Porque resulta que sólo te la dan si tienes un saldo mínimo de… Bueno, es igual, el caso es que acabé con la vajilla en casa. Que no necesito su caridad. Que estos a malas no me conocen, que les voy a soltar cuatro verdades bien dichas, que se me está acabando la paciencia, que un día cojo y, vamos, la lío, ¿eh? Que la lío”. 
José Blanco interrumpe la entrevista, entrando sin llamar. “Perdona Miguel —dice—, resulta que tenemos paciencia de sobras con los bancos". “¿Sí?”, pregunta Sebastián, claramente decepcionado. “Sí, sí. Guarda el hacha. Ahora. Gracias”. 
En cuanto Blanco deja la habitación, Sebastián bebe un poco de agua y asegura: “Este, el Blanco, a malas no me conoce. Un día le voy a decir cuatro cosas. Pelota de mierda. Hombre ya. Se me está agotando la paciencia con este tío. Un día voy a explotar y la lío bien gorda. Vamos, hombre, que le digo yo cuatro verdades bien dichas, al pelota este. ¿Qué se ha creído? Un día lo cojo por banda y me va a oír”.



sábado, 7 de febrero de 2009

ENTREVISTA A SAMI NAIR

El problema es el sistema y la Banca no cambia de sistema


--Mientras los gobernantes ayudan a la banca, les reprochan que no faciliten la salida de la crisis. ¿Se creen esto o es una pose?

--El papel de los responsables políticos es evitar el populismo y el fomento de chivos expiatorios, sean los inmigrantes o los banqueros. El problema es el sistema. Está en crisis a nivel mundial. En España, la estrategia del Gobierno consiste en dar dinero a los bancos para que ayuden a las pequeñas y medianas empresas. Pero los bancos no cambian de sistema y ahí está el problema. Los planes de rescate no son una solución. Creo que una clave es nacionalizar la banca. Me parece más interesante. Es la crisis más importante de la historia y ya hay sistemas descontrolados. Si no lo resolvemos pronto, la situación puede ser insostenible.

--¿Qué ha fallado para que hayamos llegado a esta situación?

--Todo depende del Fondo Monetario Internacional. Está claro que hay que cambiar el sistema. Somos víctimas del ultraliberalismo que ha dominado el sistema agresivamente desde los años 70. Tenemos que apostar por otro modelo de economía, social y ecológica. Se puede cambiar, pero todo depende de la movilización social.

--Pero movilización, de momento... no hay mucha.

--Hay que relativizar. Veamos el ejemplo de Francia. Es el único país europeo que no está en recesión pero la gente se manifiesta. Tiene una clara conciencia y una larga cultura democrática. En España, como democracia joven, no existe todavía esa conciencia. Es decir, en Francia se están manifestando para defender sus garantías y para decir que no quieren que dentro de un tiempo puedan entrar en recesión. Esa es la tradición democrática: tener capacidad de movilizarse y de prevenir el porvenir.

--¿Cómo podemos contribuir a acabar con la crisis?

--No podemos solucionar la crisis de forma partidaria. Debemos hacer un frente común, en el que participe toda la ciudadanía. Es la única forma. Es fundamental tener sentimiento de ciudadanía. Vivimos un grave problema y hallar exclusivamente una solución política es complejo. Debe haber un consenso amplio y lejos del partidismo.

--¿Hay lugar para el optimismo?

--Me gusta lo que dice un filósofo italiano: "Cultivemos el pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad". Me quedo con lo positivo: frente al mal momento que estamos viviendo, empieza a haber una ciudadanía movilizada y el tejido social es más fuerte que hace 25 años. No se trata de pedir la revolución, se trata de pedir que te digan la verdad. Los poderes públicos tienen que decir la verdad a la gente, porque la verdad es siempre revolucionaria.

--La llegada de Obama parece que ha llenado de ilusión a millones de personas. Pero, ¿se podrá solucionar esto?

--Obama lo tiene difícil, pero lo va a intentar. Se encuentra con la oposición de los republicanos para aplicar sus políticas, y puede hallar problemas en Wall Street, aunque fue su candidato. Con sus dificultades, hay aspectos que suenan bien: tiene un plan para reactivar la economía con infraestructuras y mejorar las coberturas sociales de esos 47 millones de compatriotas que no tienen cubiertos los mínimos derechos. El reto de la solución de la crisis lo veremos en abril, cuando se reúna en Londres con el G-20 y conozcamos a qué acuerdos se llega. El primero es clave: modificar el sistema monetario, acabar con la opacidad del sistema financiero y transformar la Organización Mundial del Comercio, que fomenta la competencia desleal.

--Si hay tribunales para juzgar delitos contra la humanidad, ¿se podría pedir responsabilidad penal para los causantes de la crisis?

--Me parece un planteamiento lógico, pero necesitaríamos 20.000 tribunales. Y surgen preguntas difíciles: ¿cuántos son los culpables? ¿desde cuándo, desde hace 50 años? La mejor manera de juzgarles es cambiando el sistema. Dejando de alimentar a criminales de guerra y responsables de esta situación como Tony Blair, por ejemplo.

--¿Y qué puede hacer un ciudadano de a pie?

--Movilizarse y entender lo que pasa. La gente no sabe por qué hemos llegado a este sistema podrido, apoyado por la UE. Se debe reorganizar ya el sistema económico internacional, las reglas del juego financiero, económico y medioambiental. Estamos destruyendo el planeta por unos parámetros basados en la productividad y el consumismo y ahora vemos que no funciona el ultraliberalismo de los últimos 50 años.

--¿Cuál es el papel que juegan otras potencias mundiales, como los gigantes asiáticos?

--Vivimos un mundo multipolar y no podemos olvidarnos de grandes potencias emergentes, como Brasil, China e India. Hay que contar con ellas y reorganizar el mapa geopolítico. El dinero chino es fundamental en la economía estadounidense pero en China tienen una mano de obra tan barata que se está fomentando la deslocalización de empresas. Cuando protejamos el modelo social habremos resuelto gran parte de la crisis.

--En Europa se demoniza cada vez más al inmigrante. ¿Le preocupa que haya un aumento de racismo propiciado por la crisis?

--Es fácil culpar a los inmigrantes en un mal momento, pero hay que invertir eso siendo solidarios, respetando sus derechos y teniendo claro que durante años han contribuido a la riqueza como cualquier otro ciudadano. No se pueden abrir fronteras ahora, pero hay que tratar a los inmigrantes como responsables también del bienestar. Tras una crisis podemos salir fortalecidos. Pero también lo contrario.

--En Gaza todo sigue igual...

--Se ha vuelto a demostrar que Israel puede matar durante tres semanas sin dar explicaciones. Es un país, pero también el Estado de Estados Unidos en Oriente Medio. Hay que auspiciar una nueva conferencia internacional y mandar tropas de paz de la ONU, como en otros lugares del mundo. La llave del conflicto es EEUU.



jueves, 5 de febrero de 2009

NEOCOLONIALISMO AGRARIO

Le Monde Diplomatique


Una de las grandes batallas del siglo XXI será la de la alimentación. Muchos países, importadores de comida, se ven afectados por el aumento de los precios. Los Estados ricos lo venían soportando; hasta que, en la primavera de 2008, se asustaron por la actitud proteccionista de naciones productoras que limitaron sus exportaciones. A partir de ahí, varios Estados con crecimiento económico y demográfico -pero desprovistos de grandes recursos agrícolas y de agua- decidieron asegurarse reservas de comestibles comprando tierras en el extranjero. 

Al mismo tiempo, muchos especuladores se pusieron igualmente a comprar terrenos para hacer negocios. Convencidos de que la alimentación será el oro negro del futuro. Según ellos, de aquí a 2050, la producción de alimentos se duplicará para satisfacer la demanda mundial. "¡Invertid en granjas! ¡Comprad tierras!" repite Jim Rogers, gurú de las materias primas. George Soros apuesta asimismo por los agrocarburantes y ha adquirido parcelas en Argentina. Un grupo sueco ha comprado medio millón de hectáreas en Rusia; el 
hedge fund ruso Renaissance Capital, 300.000 ha . en Ucrania; el británico Landkom, 100.000 ha . también en Ucrania; el banco estadounidense Morgan Stanley y el grupo agro-industrial francés Louis Dreyfus, decenas de miles de hectáreas en Brasil, etc. 

Pero quienes se han lanzado a comprar tierras por todo el mundo, son principalmente los Estados con petrodólares y divisas. Corea del Sur, primer comprador mundial, ha adquirido 2.306.000 hectáreas; le sigue China (2,09 millones), Arabia Saudí (1,61 millones), los Emiratos Árabes Unidos (1,28 millones) y Japón (324.000 ha .). Total: cerca de 8 millones de hectáreas de tierras fértiles compradas o alquiladas en el exterior. Regiones enteras han pasado a estar bajo control extranjero en países con escasa densidad demográfica y cuyos gobernantes están dispuestos a ceder partes de la soberanía nacional. Un fenómeno que preocupa. En un informe alarmante, la ONG Grain denuncia "un acaparamiento de tierras a nivel mundial" (1). 

Sin campos fértiles ni agua, los países del Golfo son los que más pronto se han lanzado. Kuwait, Qatar y Arabia Saudí buscan parcelas disponibles donde sea. "Ellos poseen tierras, nosotros dinero", explican los inversores del Golfo. Los Emiratos Árabes Unidos controlan 900.000 ha en Pakistán; y están considerando proyectos agrícolas en Kazajistán. Libia adquirió 250.000 ha . en Ucrania a cambio de petróleo y gas. El grupo saudí Binladen ha conseguido terrenos en Indonesia para cultivar arroz. Inversionistas de Abu Dhabi compraron decenas de miles de hectáreas en Pakistán. Jordania producirá comestibles en Sudán. Egipto obtuvo 850.000 ha . en Uganda para sembrar trigo y maíz... 
China es el comprador más compulsivo, pues debe alimentar a 1.400 millones de bocas cuando sólo dispone del 7% de las tierras fértiles del planeta. Además, la industrialización y la urbanización le han destruido unos 8 millones de hectáreas. Y algunas regiones se están desertificando. "Tenemos menos espacio para la producción agrícola, y es cada vez más difícil elevar el rendimiento", explicó Nie Zhenbang, jefe de la Administración Estatal de Granos (2). 

China detenta tierras en Australia, Kazajistán, Laos, México, Brasil, Surinam, y sobre todo en África. Pekín ha firmado unos treinta acuerdos de cooperación con Gobiernos que le dan acceso a tierras. A veces, las autoridades de Pekín envían desde China la mano de obra; pagada a menos de cuarenta euros al mes, sin contrato de trabajo y sin cobertura social. 

Por su parte, Corea del Sur ya controla en el extranjero una superficie superior a la totalidad de sus propias tierras fértiles... En noviembre de 2008, el grupo Daewoo Logistics, estableció un acuerdo con el Gobierno de Marc Ravalomanana, presidente de Madagascar, para alquilar 1,3 millones de hectáreas, o sea la mitad de las tierras cultivables de esa gran isla... 

El Gobierno surcoreano también ha comprado 21.000 hectáreas para cría de ganado en Argentina, país en el cual el 10% del territorio (unos 270.000 kilómetros cuadrados) se encuentra en manos de inversores extranjeros, quienes "se han beneficiado de la actitud de los diferentes Gobiernos para adquirir millones de hectáreas y recursos no renovables, sin restricciones y a precios módicos" (3). El mayor terrateniente es Benetton, industrial italiano de la moda, que posee unas 900.000 ha. y se ha convertido en el principal productor de lana. También el millonario estadounidense Douglas Tompkins tiene unas 200.000 ha . situadas próximas a importantes reservas de agua. 
En general, la cesión de tierras a Estados extranjeros se traduce en expropiaciones de pequeños productores y aumento de la especulación. Sin olvidar la deforestación. Una hectárea de bosque procura un beneficio de cuatro a cinco mil dólares si se plantan en ella palmas de aceite; o sea de 10 a 15 veces más que si se dedica a producir madera (4). Ello explica por qué los bosques de la Amazonia, de la cuenca del Congo y de Borneo están siendo sustituidos por plantaciones. 

Es un retorno a odiosas prácticas coloniales, y una bomba con efecto retardado. Porque la tentación de los Estados extranjeros es la de saquear los recursos, como lo hace China, con mano de obra importada y poco beneficio local... Pero la resistencia se organiza. En Pakistán, los campesinos ya se están movilizando contra el desplazamiento de aldeas si Qatar compra terrenos en la región de Penyab. Paraguay ha aprobado una ley que prohíbe vender parcelas a extranjeros. Uruguay se lo está planteando; y Brasil estudia cambiar su legislación. 
El neocolonialismo agrario le arrebata el trabajo al campesinado y crea un "riesgo de pauperización, tensiones sociales extremas y violencias civiles" (5). La tierra es un asunto muy sensible. Siempre ha provocado pasiones. Representa una parte de la identidad de los pueblos. Tocar ese símbolo podría terminar mal.



EL FORO SOCIAL MUNDIAL

Sergio Ferrari

El Foro Social Mundial (FSM) de Belém de Pará, Brasil, bajó el telón la noche del domingo 1º de febrero. Los organizadores expresaron su satisfacción sobre el evento que reunió a 133 mil personas según cálculos oficiales. Casi sin descanso ni pausa, ya comienza el trabajo para la próxima edición del 2011.

El optimismo local

Con la clausura del FSM, los organizadores ya comienzan a mirar hacia el futuro.

Y aunque el Consejo Internacional (estructura de facilitación del FSM) decidirá sólo en los próximos meses el lugar de la próxima edición en 2011, las alternativas parecen ser claras.

“Estamos convencidos que el próximo Foro lo organizaremos nuevamente en Africa” declara a este corresponsal el senegalés Taoufik Ben Abdallah, representante del Foro social africano en Belém.

En cuanto a los posibles países, Ben Abdallah anticipó las candidaturas ya presentadas de Senegal y Africa del Sur. “Sin embargo sabemos que habrá otras propuestas”.

Un sector de miembros brasileros del Consejo Internacional no escondió la posibilidad de imaginar un Foro realizado en los Estados Unidos, posiblemente en alguna zona de la frontera sur.

“Debemos reflexionar a fondo si es viable o no esta opción que en todo caso sería innovadora”, subrayó a este corresponsal Francisco Chico Whitaker, miembro de esa instancia.

La confianza en el futuro viene del balance positivo del evento de Belém, reconoce Cândido Grzybowski, activo miembro del equipo de organizador – y fundador del FSM. Responsable de comunicar las cifras oficiales definitivas: 133 mil participantes, de 142 países.

En torno a 2.300 actividades inscritas –todavía no se contabiliza las que no se llevaron a cabo- promovidas por 5808 entidades inscritas. Entre ellas casi 4.200 de América Latina, un poco menos de 500 de Europa y casi el mismo número de Africa.

Europa tímida

La relativamente escasa participación europea en este Foro, “responde a una situación muy difícil que vivimos en el continente”, enfatizó en entrevista exclusiva Rafaella Bollini, dirigente de ARCI – Italia (una de las más grandes organizaciones culturales de su país) representante del Foro Social Europeo en Belém.

“Estamos inmersos no sólo en una crisis social sino también cultural. Estamos condicionados y no somos capaces de salir de un pensamiento de acumulación, de crecimiento, de mistificación del mercado, completamente desconectados de la naturaleza”, insistió.

En ese marco, “la resistencia de los movimientos sociales, no sólo se confronta con las políticas gubernamentales sino también con una buena parte de la izquierda política, hija de este paradigma mercantil”, explicó Bollini.

De allí que las alternativas europeas y del Sur, según la dirigente del FSM deben crearse en común entre actores sociales de todo el planeta. “Belém ha sido un ejemplo muy oportuno de esta búsqueda”, sintetizo Bollini subrayando la importancia de la Asamblea de las Asambleas con la que se cerró el FSM.

Pistas alternativas

La tarde del domingo, 22 asambleas sectoriales presentaron en un plenario al aire libre –amenazado al inicio por una lluvia torrencial- sus conclusiones.

Desde los pueblos originarios de la Amazonia hasta los grupos afro-descendientes, pasando por las ONG e intelectuales que habían analizado durante 4 días la crisis financiera y aquellos especialistas que se dedicaron a la crisis ambiental o los que analizaron la comunicación y los medios de información.

Si de la crisis financiera se refiere, algunas de las propuestas surgidas del FSM tienden a exigir a los Estados invertir más en lo social y en la promoción del bien público-común, sin quedarse solamente en el rescate del sistema bancario y financiero.

También propone una mayor democratización de las instituciones financieras internacionales; activa solidaridad económica intra-regional; mayor peso de las Naciones Unidas en el control de los temas económicos y financieros.

Para los periodistas y comunicadores sociales, el desafío pasa por un mayor control ciudadano de los medios (Observatorios de la información); por el desarrollo de los medios alternativos y comunitarios; por la abolición de la frontera digital Norte-Sur y por un internet gratuito para todos.

Los pueblos indígenas, por su parte, anticiparon la lucha por la tierra y el territorio como una temática esencial de su reivindicación cotidiana. El combate contra las grandes multinacionales extractivas y de bio-carburantes; así como el replanteo radical del modelo actual de desarrollo, “confrontando la visión de sobre consumo del Norte y de las élites del Sur”.

    Sergio Ferrari, colaboración de E-CHANGER ONG de cooperación solidaria co-organizadora de la delegación a Belém

martes, 3 de febrero de 2009

PROPUESTAS FISCALES ANTICRISIS: (1) EL CARRY BACK

IC

Lo que empezó siendo una crisis financiera destapo otras de caracter inmobiliario y empresarial. Me temo que si el 2008 fue el de la crisis subprime, el 2009 va a ser el año de las crisis empresariales. Y ya sabemos quienes suelen pagar el pato por tamaño y recursos.

Por ello no extraña que sigan planteándose alternativas, propuestas, medidas a tomar para salir lo mejor parados. Y muchas de ellas, como no podía ser menos, se hacen desde una óptica fiscal (lógico,teniendo en carga la fortísima carga que soportan las pymes españolas). Así, en tres posts desgranares tres propuestas. Las dos primeras soluciones provienen de Ricardo Gómez Barrera y Xavier Sala i Martín, y la última es cosa mía (aunque no pretendo ser el padre del asunto, sencillamente es que no la he encontrado por ahí escrita). Pero vayamos al grano, o lo que es lo mismo alcarry back fiscal.

Partamos del marco fiscal español en el Impuesto de Sociedades. Si tengo perdidas acumuladas, se genera un crédito fiscal a futuro, ,un derecho para ejercicios fiscales posteriores, de restar de las ganancias que obtenga dichos rendimientos negativos, y asi pagar menos impuestos. Claro que si esas perdidas son lo suficientemente fuertes, y el panorama adecuadamente sombrío, es más que posible que la sociedad se vaya a pique, y bese crédito no se ejercite, con lo que la principal beneficiaria resulta Hacienda.

Frente a ello, en otros sistemas como el británico, el sistema opera también de cara al pasado. Es decir, si este año obtengo perdidas, podría tenerderecho a aplicarlas retroactivamente a ejercicios fiscales anteriores, de tal modo que el importe de las devoluciones no se limitaría a los pagos fraccionados realizados en este ejercicio si no a los de años anteriores. Vivir para ver.

Esta claro que esto sería un chute financiero considerable para multitud de empresas. En los años previos han estado pagando una considerable cantidad de impuestos, en medio de una bonanza fiscal considerable, y el juego que podía darles esta herramienta sería una tabla de salvación para un ejercicio dramático como el actual. Claro que las principales perjudicadas son las arcas públicas. No sólo incrementarían sus gastos fruto de la crisis, es que deberían contar con que los ingresos de los años buenos no lo son al menos en toda su medida. entiendo,por tanto, que algunos pongan el grito en el cielo por esta transfusión de fondos, pero no veo yo que este mucho menos justificada que las decisiones arbitrarias que se están tomando actualmente en materia de subvenciones y ayudas dispersas. Al menos aquí se esta devolviendo un dinero a aquel que contribuyó en un momento dado.



lunes, 2 de febrero de 2009

EL HUEVO Y LA GALLINA, LOS BANQUEROS Y EL DINERO

Las entidades financieras españolas se han lanzado a una gran campaña de intoxicación para tratar de convencer a los ciudadanos de que los problemas de financiación que paralizan a la economía productiva española no son culpa suya.
Es posible que incluso alcancen su objetivo gracias a que controlan medios de comunicación y a que tienen en sus nómina (de modo más o menos explícito) a numerosos académicos, periodistas y líderes de opinión. Pero no dicen la verdad.
Su discurso ahora se centra en afirmar que disminuyen el crédito porque no hay demanda suficiente o solvente y no porque sean los propios bancos quienes lo estén racionando por otras razones.
Empezaré por final. Es posible efectivamente que cada vez haya menos demanda solvente para financiación de la actividad productiva pero eso ocurre justamente porque la falta de financiación que han provocado los bancos está ahogando rápida y generalizadamente a los empresarios y a los consumidores.
No se trata de un juego para determinar qué es primero si el huevo o la gallina. Es algo mucho más importante y que puede resolverse objetiva y rigurosamente.
En primer lugar hay que recordar un hecho principal: la banca privada española (y detrás de ella las cajas de ahorros que se han dedicado a copiar su lógica financiera en lugar de estar al servicio de un modelo productivo sostenible y socialmente satisfactorio) han provocado en los últimos años una burbuja financiera gigantesca que ahora mina su liquidez e incluso su solvencia.
Los datos son irrefutables.
De 2002 a 2008, ¡sí, solo seis años!, la cifra de crédito concedido por entidades financieras españolas ha pasado de 701.000 millones de euros a más de 1,838 billones  de euros, lo que supone un incremento del 161%.
Y lo que es aún más exagerado: el 70% de ese incremento se dedicó a financiar el ladrillo, pues el crédito inmobiliario pasó de 347.000 millones a 1,1 billones de euros creciendo, por tanto, un 219%.
El resultado de esta expansión vertiginosa del crédito no ha podido ser otro que una pérdida de solvencia del sector financiero español (además de crear una burbuja inmobiliaria y una especialización perversa de nuestra actividad productiva). 
Sería realmente un milagro inexplicable que las familias y las empresas españolas pasaran de soportar  una deuda de 700.000 millones de créditos a otra de 1,8 billones en seis años sin que se afectara su fortaleza económica y su capacidad para hacer frente a los pagos. Y de hecho, lo que ha sucedido es que el volumen de créditos de dudoso cobro ha pasado en este periodo de suponer 9.000 millones de euros a 47.000 millones y que la solvencia de las entidades financieras ha comenzado a disminuir sin remedio. Así lo demuestra, por ejemplo, que el patrimonio neto de las entidades financieras representara el 12,3% del total del crédito en 2002 y el 9,5% en el segundo semestre de 2008. 
En consecuencia, es una evidencia clamorosa que la primera causa de la situación actual de restricción crediticia y financiera es que ha explotado la burbuja creada por las entidades.
A ello hay que unir además que la banca y las cajas españolas se han contaminado, aunque no haya sido en la misma medida que las de otros países, por la difusión de la basura financiera que la banca estadounidense ha emitido por todo el planeta. No podía ser de otro modo en el entorno de globalización financiera en el que estamos. Y es algo que no se puede negar a la vista de tantas personas como están siendo las que pierden sus ahorros a causa de ello.
En conclusión, las entidades financieras españolas han sufrido y siguen sufriendo el mismo proceso de descapitalización que padece la banca internacional y que incluso puede llegar a calificarse de bancarrota en los casos de Estados Unidos y el Reino Unido, según reconoció en septiembre pasado el mismísimo Paul Volcker. 
Es por eso que han reducido su oferta de crédito; sencillamente, porque todos los fondos que logran captar los utilizan para tratar de salvar sus balances, bien tapando la pérdida de valor, bien huyendo hacia adelante adquiriendo nuevos activos.
Eso es lo que explica, por ejemplo, que los bancos españoles reciban docenas de miles de millones de euros en préstamos del banco central pero que los utilicen para depositarlos allí mismo mientras los sujetos económicos claman por recibir créditos.
Hace unos días, se conocía que el multiplicador monetario de la economía norteamericana era ya menor que no. En román paladino eso significa que los bancos han dejado de desempeñar la función a la que teóricamente está llamada: en lugar de dar combustible, prácticamente roban el que hay en la economía.
Eso es lo que está pasando y lo demás es un gran engaño. Y por eso que mientras no se tomen medidas para poner fin a la causa de los males sea imposible evitar que la economía se desempeñe estrepitosamente.
Los gobiernos no pueden limitarse a dar más dinero a los bancos. El agujero que los banqueros han generado yéndose al casino con el dinero de los depositantes es gigantesco. Solo sería resoluble o a base de proporcionar a los bancos descapitalizados sumas impensables que generarían una deuda de volumen hasta ahora quizá desconocido, o imponiendo una especie de "corralito" mundial pero que de llevarse a cabo seguramente provocaría una respuesta en la calle inimaginable.
O se permite que el agujero siga aumentando o los gobiernos se hacen directamente con los resortes de la financiación para ponerla al servicio de empresarios y consumidores. Pero deben hacerlo directamente, sin el intermedio de los bancos y cajas, puesto que éstos están utilizando y utilizarán los recursos multimillonarios que se ponen en sus manos para disimular el desastre global que han producido.
No hay más remedio. Discutir si fue antes el huevo o la gallina es gratuito. Hay que romper éstos últimos para hacer la tortilla.