MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
• El consistorio creará un banco de alimentos y una línea de microcréditos
• Los beneficiarios tendrán que prestar algún servicio o seguir cursos de formación
• El consistorio creará un banco de alimentos y una línea de microcréditos
• Los beneficiarios tendrán que prestar algún servicio o seguir cursos de formación
Las primeras señales de alerta empezaron a llegar el verano pasado, cuando aumentó el número de familias que se dirigían al ayuntamiento de Solsona "en situación de auténtica necesidad". En estos momentos, los servicios sociales municipales tienen sobre la mesa "más de 80 expedientes", afirma la coordinadora del departamento, Carme Colilles. La mayoría son de grupos familiares con niños pequeños.
Ellos serán los primeros destinatarios del Programa de Emergencia Social, que el consistorio solsonense prevé poner en marcha antes del verano, un servicio que contará con un banco de alimentos, líneas de microcréditos y ayudas concretas para cubrir las necesidades básicas o pagar alquileres de viviendas. De momento, el ayuntamiento ha creado un fondo social, dotado inicialmente con 5.000 euros, para atender los casos más urgentes.
A cambio, los beneficiarios tendrán que dar una contraprestación, "participando como voluntarios en actividades sociales o asistiendo a cursos de formación", explica el concejal de Acció Social, David Rodríguez (ERC).
La preocupación del ayuntamiento es grande. En poco tiempo, cinco empresas de la comarca han presentado expedientes de regulación de empleo (ERE), que han afectado a más de 400 trabajadores. En febrero, Solsona tenía 557 personas inscritas en las listas del paro, muchas de ellas residentes en la capital, de 9.500 habitantes. "Los primeros casos se detectaron en familias con parados procedentes de la construcción. Ahora, las hay de distintos sectores industriales", señala Colilles.
Ellos serán los primeros destinatarios del Programa de Emergencia Social, que el consistorio solsonense prevé poner en marcha antes del verano, un servicio que contará con un banco de alimentos, líneas de microcréditos y ayudas concretas para cubrir las necesidades básicas o pagar alquileres de viviendas. De momento, el ayuntamiento ha creado un fondo social, dotado inicialmente con 5.000 euros, para atender los casos más urgentes.
A cambio, los beneficiarios tendrán que dar una contraprestación, "participando como voluntarios en actividades sociales o asistiendo a cursos de formación", explica el concejal de Acció Social, David Rodríguez (ERC).
La preocupación del ayuntamiento es grande. En poco tiempo, cinco empresas de la comarca han presentado expedientes de regulación de empleo (ERE), que han afectado a más de 400 trabajadores. En febrero, Solsona tenía 557 personas inscritas en las listas del paro, muchas de ellas residentes en la capital, de 9.500 habitantes. "Los primeros casos se detectaron en familias con parados procedentes de la construcción. Ahora, las hay de distintos sectores industriales", señala Colilles.
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