domingo, 11 de enero de 2009

FRACASO MUNDIAL DE LA JUBILACIÓN PRIVADA


El hundimiento mundial de los fondos de jubilación privados ya está provocando una catástrofe entre los jubilados o los que están próximos a jubilarse. La crisis financiera actual le ha dado un golpe serio a los sistemas de pensión privados", admite un reciente Informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desenvolvimiento Económica) que agrupa a una treintena de países, entre ellos EEUU, Canadá, Japón, España, Alemania, Italia, Corea, México.

La conclusión del Informe es que en medio de esta catástrofe jubilatoria, la burguesía mundial debe preservar los sistemas privados y resistir la tendencia a la nacionalización, reduciendo las prestaciones truchas, aumentando las contribuciones de los trabajadores y aumentando la edad para jubilarse.

"Los fondos de pensiones de los países de la ODCE acumulan entre enero y octubre una pérdida del 20% de su patrimonio, que a finales de 2007 era de 12.831 billones de euros (17.859 billones de dólares). Eso supone unos números rojos de 2,5 billones de euros, que se elevan a 3,59 billones de euros (5 billones de dólares) si se incluyen los Individual Retirement Accounts (IRA), productos similares a los planes de pensiones".

Aún así, el Informe de la OCDE admite que recién se conocerá plenamente la magnitud de las pérdidas cuando "los fondos de pensión presenten sus informes de 2008 a las autoridades de fiscalización. Existe una cierta duda en relación a la valorización de los activos difíciles de transformar en líquidos en plazos breves, como las colocaciones inmobiliarias o los productos llamados estructurados... La participación de esos activos varia entre los países y los fondos, y algunos corren el riesgo de acusar pesadas pérdidas más que otros". De esta manera, los 5 billones serían las pérdidas mínimas del año.

La consecuencia de estos quebrantos recae sobre los jubilados y sobre los que están próximos a jubilarse. "Una depreciación importante de los activos puede implicar una pérdida de ingresos permanente desde el momento en que el dinero economizado en las cuentas de ahorro previsional debe servir para comprar la renta de la jubilación al momento del retiro laboral", dice el informe.

"Pero la crisis mundial ha provocado un agujero de 1,4 billones euros (2 billones de dólares) en los fondos de pensiones que las empresas de los países de la OCDE tienen para cubrir las jubilaciones privadas de sus empleados, según datos de esta organización. Este desfase se produce en los planes de prestación definida, los que se comprometen a pagar como jubilación a sus partícipes-empleados una determinada cantidad, conocida previamente" (jubilaciones a prestaciones definidas).

De esta manera, estos fondos están totalmente descapitalizados y no pueden cumplir con los contratos de jubilación de sus empleados, a menos que reduzcan drásticamente las jubilaciones ya otorgadas y las jubilaciones futuras.

"Más de la mitad del importe de este déficit corresponde a empresas de EEUU. La cobertura de este déficit corre a cargo de las empresas que, en determinados casos, aún tienen desembolsos pendientes para eliminar el desfase provocado por la crisis bursátil de los años 2000-2002. Los reguladores de algunos estados de la OCDE, integrada por treinta países, han flexibilizado ya la normativa que rige la cobertura de estos desajustes y otros están estudiando medidas en este sentido. Canadá, Holanda e Irlanda son algunos ejemplos. El objetivo es dar más plazo a las empresas para cubrir el desfase creado por la crisis y no añadir así más presión a las compañías en un entorno de gran dificultad económica y financiera mundial".

En Inglaterra, sobre 7.800 fondos privados de prestaciones definidas, 6.468 tienen un déficit de 122.000 millones de libras (Le Monde, 1/12) Como las empresas no pueden cubrirlos, muchas empresas plantean reducir las jubilaciones futuras. "Así, British Telecom, que acaba de anunciar la supresión de 10.000 empleos antes de marzo de 2009, quiere alargar en cinco años el período de cotización al fondo para sus futuros empleados y tomar como referencia para el cálculo de la jubilación, el sueldo promedio antes que el salario del fin de la carrera" (Le Monde, 1/12).

"En la mayoría de los casos, los aportes de las empresas pueden resultar necesarios pero, en ciertos casos, las prestaciones también pueden ser reducidas". Otra variante, aconseja, es bloquear la indexación de los beneficios. "Los ingresos de los jubilados disminuirán en términos reales, en tanto que el valor real de las prestaciones acumuladas disminuirá de manera similar". El argumento para todos estos atropellos es que, con la descapitalización de los fondos, "los trabajadores corren con el riesgo de la quiebra de sus patrones".

Pero la OCDE también reconoce, como lo admiten los diarios españoles, que "las pérdidas encajadas por los planes en los últimos meses ha llevado varios partidos políticos de algunos países de la Europa del Este a plantearse la posibilidad de seguir los pasos dados por Argentina y nacionalizar de nuevo los planes de pensiones privados".

"En los últimos diez años, Polonia, República Checa, Países Bálticos o Rumania traspasaron ahorro desde la cobertura estatal de las pensiones a los fondos gestionados por entidades privadas y ahora, a la vista de los malos resultados, se podría desandar el camino y volver a las arcas públicas. La OCDE no comparte esta iniciativa que afirma que estas medidas contribuyen a generar pánico y no reconocen los logros de los sistemas privados. En otros casos, algunos gobiernos pueden también "recurrir a la debilidad temporal de estos productos para justificar el retraso de las reformas necesarias del sistema público", afirma la organización.

Está en juego el presente y el provenir de varias generaciones. La clase obrera debe dar una respuesta mundial: Expropiación de los fondos privados de jubilados; 82% móvil para todos los jubilados; Jubilación estatal bajo control de los trabajadores.


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